Interesante artículo publicado en el Nº 11 que queremos prestar aquí a toda la red:
"DESOBEDIENCIA. KULTURA POPULAR. ABRAMOS LA CALLE"
El pasado 2 de Septiembre, dos jóvenes palentinos de la Casa de la Paz y de Alkimia 130 desplegaron una pancarta en la Catedral a la entrada de la tradicional santísima misa de san antolín para sorpresa de los gerifaltes que acudían a comulgar sus múltiples pecados.
El trato que recibieron a manos de la policía, ay-untamiento y medios de comunicación fue el habitual de estos casos recibiendo la respuesta y el apoyo total de la C.G.T., del Colectivo "Porque Sí" y Casa de la Paz. A continuación reproducimos un comunicado de la Casa de la Paz:
La Casa de la Paz de Palencia, como grupo pacifista y noviolento que lleva trabajando más de 4 años en esta ciudad, quiere unirse a la reivindicación efectuada por los dos jóvenes que el pasado día 2 desplegaron una pancarta en la Catedral con el siguiente lema: "Desobediencia. Kultura Popular. Abramos la Calle".
Ante la confusión generada por la forma de transmitir este hecho desde los medios de comunicación, la Casa de la Paz quiere explicar cuales son los fundamentos en que se basa esta reivindicación.
La Casa de la Paz, así como el resto de colectivos contraculturales, surge del choque que se produce entre la conciencia individual de cada una de las personas que integran estos colectivos y la forma de organización político, social y económica imperante.
Entendiendo, por tanto, que el modelo de organización en su versión económica (capitalismo o neoliberalismo) y en su versión político-social (democracia liberal) genera muchos más problemas de los que resuelve y que nos propone como modo de vida una organización estructuralmente injusta que perpetua y alimenta situaciones intolerables e indignas (como la marginación social, la destrucción del medio ambiente, así como la creciente implantación de valores violentos y sexistas, entre otras cosas), además de que trata de eliminar la posibilidad de orientar nuestras vidas hacia la autonomía y la libertad, teniendo en cuenta todo esto, nosotras creemos que urge la creación de personas y pueblos autónomos con propuestas y creaciones alternativas a las que se nos ofrece desde las instituciones tanto a nivel local como nacional y mundial.
Urge que estas propuestas sean conocidas, salgan a la calle, y urge la construcción de canales alternativos de transmisión de la cultura y sabiduría que encierra la calle.
Es imprescindible dar variedad al pensamiento y sentimiento para eliminar El Pensamiento Único al que se nos quiere condenar. Debemos reencontrarnos rumbo al siglo XXI.
La resaca siempre es un buen momento para reflexionar, porque el dolor nos acerca más a una forma intuitiva de verdad. Por eso, después de las Fiestas debemos abrir un hueco a la reflexión, intentando hacer ver la necesidad de recuperar la kalle, con "k", es decir la necesidad de recuperar lo que nos pertenece, el espacio abierto e infinitivo de nuestros orígenes. La necesidad también de recuperar la creación cultural desde los barrios y pueblos y la necesidad de respetar y difundir esta diversidad cultural.
Después de estas fiestas viene a cuento recuperar las palabras de Celestine Freinet:
"Es bueno llevarles cantantes, pero es más importante que ellos canten sus propias canciones. Es bueno llevarles escritores y conferenciantes, pero es más importante que ellos escriban, descubran y conozcan su propia filosofía. Es bueno llevarles artistas pero es infinitamente superior que ellos sean artistas y creadores de su estilo personal y colectivo. Porque no se trata fundamentalmente de ir y llevar, sino de que ellos sean".
El método que nosotras hemos encontrado para transmitir estos mensajes es la Desobediencia Civil.
La Desobediencia Civil está muy alejada de los actos vandálicos a los que se refiere la policía en su comunicado, puesto que es siempre un acto público y sin violencia, relativo a la norma social y no a una cuestión personal. La Desobediencia no es una actitud vandálica o asocial, sino que propone a la sociedad la necesidad de evolucionar y mejorar.
Creemos que la desobediencia es un instinto también para la supervivencia, pues como reflexiona Erich From: "La Historia comenzó por un acto de desobediencia y no es improbable que acabe por un acto de obediencia". Recordemos la hecatombe nazi o la bomba de Hiroshima. La Casa de la Paz va a seguir apoyando este tipo de actos de desobediencia.
Nosotras creemos que la manipulación que hace la prensa de este tipo de actos reivindicativos deber hacernos reflexionar sobre la marginalización de la cultura de protesta que se está llevando a cabo por parte de las autoridades y las instituciones.
Queremos recuperar la calle.
Queremos recuperar nuestra forma de pensar, decir y sentir.
Debajo del asfalto de Palencia hay arena de playa.
Caminando preguntamos.
(* el sujeto de este artículo es personas)
CASA DE LA PAZ